U de Colima presenta nuevo Modelo Educativo

Colima.- Cuatro son las características fundamentales del nuevo Modelo Educativo que en breve pondrá en marcha la Universidad de Colima y que fue presentado este fin de semana por funcionarios de la institución encabezados por el rector José Eduardo Hernández Nava: su visión humanista, su perspectiva centrada en el aprendizaje, su flexibilidad y un esquema de gestión educativa socialmente responsable.

El propósito de este Modelo Educativo (desarrollado por expertos de esta casa de estudios con el apoyo de pares externos), dice Carlos Eduardo Monroy Galindo, director General de Educación Superior, es cambiar el punto de apoyo del profesor al alumno. Es ir de un modelo tradicional centrado en lo que el maestro quiere enseñar, a otro en el que lo importante es lo que el alumno quiere aprender.

En una intensa jornada de trabajo, de más de tres horas, el rector Hernández Nava pidió a los funcionarios universitarios que acudieron al auditorio “Carlos de la Madrid Virgen” que se “unan a este proyecto y se apropien de él. Los invito a que me apoyen para que este Modelo Educativo sea aprobado y continuar haciendo frente a los retos de la reforma educativa nacional”.

El Modelo Educativo de la UdeC incorpora los principios rectores del proyecto Visión 2030: Ejes para el desarrollo institucional, y se han revitalizado a partir del paradigma de la Educación con Responsabilidad Social, que es el núcleo de la Agenda Universitaria 2013-2017 y el cual constituye el documento base del Plan Institucional de Desarrollo 2014-2017. A ellos se agregan los elementos centrales del Modelo UCOL en términos de los componentes, características e impactos que se espera alcanzar, de manera especial en el ámbito de la formación integral socialmente responsable.

“Es un instrumento guía caracterizado por su enfoque humanista, su perspectiva centrada en el aprendizaje, su flexibilidad y un esquema de gestión educativa socialmente responsable. Es, además, adaptable a los cambios institucionales, sociales y educativos, lo que le permite reorientar su acción, establecer prioridades y coordinar los esfuerzos institucionales estimulando una dinámica permanente dirigida a enriquecer los procesos formativos y fomentar la reflexión”.

Por flexible puede entenderse que ahora los alumnos podrán construir sus propias trayectorias educativas. Así, algunos podrán terminar su licenciatura en tres años y otros en cuatro o cinco. Al haber más materias optativas podrán elegir incluso sus propios perfiles dentro de una carrera específica. Por ejemplo, dentro de una ingeniería, si así lo deciden, podrán especializarse en estructuras, cimentación o puentes.

La presentación del Modelo Educativo estuvo a cargo de Martha Alicia Magaña Echeverría, coordinadora general de Docencia, quien dio un repaso de lo que han sido los modelos educativos en le UdeC y dijo que para seguir conectados al país, al mundo, y formar ciudadanos altamente capacitados, es importante aplicar un modelo educativo como éste en los próximos años.

La base conceptual del Modelo, dijo, es la responsabilidad social universitaria y su objetivo es asegurar la formación integral del estudiante y usar estrategias centradas en el aprendizaje, desarrollar competencias digitales y garantizar la calidad y pertinencia de los programas educativos.

Es, añadió, “un instrumento de gestión que guía la planeación y el desarrollo de la función de docencia, en permanente interacción con la investigación y la extensión, para responder satisfactoriamente a los requerimientos del desarrollo sostenible de la sociedad. Es uno de los elementos clave para la toma de decisiones en los ámbitos académicos y administrativos. Con él no sólo se buscará el conocimiento, sino qué se puede hacer con él”.

Habló también de lo que vendrá después con este Modelo Educativo, sobre todo en cuanto a las metas establecidas para socializarlo, aprobarlo y aplicarlo, y quiénes serán las dependencias encargadas de dicho trabajo. “Todos los universitarios somos importantes en su divulgación y aplicación”, adelantó. Han considerado también una fase de evaluación, de aseguramiento y sustentabilidad. Todas las fases, aclaró, se pueden ir desarrollando de forma simultánea o en tiempos diferentes.

Insistió, por último, en que “los cambios educativos sólo pueden darse si todos los involucrados trabajamos con el mismo fin, y más en este caso, en que el Modelo busca mejorar los servicios que ofrecemos para el bien de los alumnos y el bienestar de los trabajadores”.

Para ubicar este modelo en un contexto mundial, continental y nacional, antes que Magaña Echeverría lo expusiera, la experta de ACET (Aseguramiento de la Calidad en la evaluación y en el Trabajo, S.C), Pilar Verdejo París, habló de las “Tendencias de la educación superior”. Fue una presentación en la que mostró los resultados de una encuesta que aplicaron a 150 Instituciones de Educación Superior públicas y privadas de América latina sobre logros, retos y necesidades de la educación en este nivel.

Entrevistaron a rectores, alumnos y docentes y vieron, entre otras muchas carencias, que falta evaluar más a los profesores, medir los resultados de la investigación, que las evaluaciones no tienen consecuencias, que es necesaria más vinculación con la industria y las empresas, más formación a lo largo de la vida y que las reformas consideren más lo que la sociedad quiere, no lo que la institución educativa necesita. (La información completa puede consultarse en www.tresal.org/informe.)

Después de Martha Magaña, Magdalena Orta Martínez, también experta del grupo ACET, habló de la “Transformación e innovación de los procesos de enseñanza y aprendizaje con base en el Modelo Educativo”. Dio su punto de vista sobre cómo un modelo educativo como el que está proponiendo la Universidad de Colima puede ser adoptado, aceptado y aplicado por todos los universitarios.

El centro de este nuevo modelo, dijo, “es propiciar el aprendizaje efectivo en los estudiantes, pero es conveniente tener en cuenta que cambiar la cotidianidad de toda la institución es un proyecto de largo tiempo, y hay que irle haciendo ajustes. Se trata de un trabajo colectivo, de reflexión permanente; no es sólo cambiar los programas educativos. Hay que renovar las prácticas pedagógicas, documentar el proceso, los resultados, e irlo multiplicando en otros grupos al interior de la institución”.

En la presentación estuvieron también Luis Enrique Zamorano, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la UdeC; Héctor Magaña, presidente de la Federación de Estudiantes Colimenses, así como Vianey Amezcua, presidenta da la Federación de Egresados y Guillermina Araiza, presidenta de la Asociación Colimense de Universitarias.

Con ellos estuvieron Christian Torres, secretario general de la UdeC; Fernando Mancilla, director General de Educación Media Superior y Juan José Guerrero, director general de Recursos Humanos. BP.

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