Los líderes de la Unión Europea sellaron finalmente el domingo un acuerdo sobre el Brexit, y dijeron que el paquete acordado con la primera ministra, Theresa May, era lo mejor que podría conseguir Reino Unido, en una advertencia al Parlamento británico para que no lo rechace.
“Quienes piensen que, rechazando el acuerdo, obtendrán un mejor acuerdo, acabarán decepcionados”, dijo a los periodistas el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, después de que los otros 27 líderes de la UE respaldaran formalmente un tratado que establece los términos para la retirada británica en marzo y un esbozo de un futuro pacto comercial entre la UE y Reino Unido.
Preguntado sobre si había alguna posibilidad de que Bruselas reabriera el pacto si una alianza de fuerzas pro y anti-Brexit lo rechazaba en el Parlamento británico, Juncker dijo que “este es el mejor acuerdo posible”, aunque el presidente de la cumbre, Donald Tusk, pareció más cauto, diciendo que no quería considerar hipótesis.
May usó una rueda de prensa posterior a la cumbre para promocionar su plan, diciendo a los espectadores en su país que era el “único acuerdo posible”, que ofrecía control de las fronteras y los presupuestos del Reino Unido mientras mantenía una estrecha coordinación con las normas de la UE, lo que era bueno para los negocios y la seguridad de Reino Unido y Europa.
“En cualquier negociación, no se consigue todo lo que se quiere. Creo que los británicos lo entienden”, dijo May.
La votación del Parlamento podría abrir la puerta a un “futuro más brillante” o condenar al país a una mayor división, dijo. “Defenderé este acuerdo con todo mi corazón”, añadió, negándose a responder si dimitiría si el Parlamento lo rechazara.
La canciller alemana, Angela Merkel, veterana fuerza rectora del bloque, se sumó a las resistencias de otros líderes a especular sobre lo que calificó de un “día histórico” que era a la vez “trágico y triste”.
“No hay un Plan B”, dijo el primer ministro holandés, Mark Rutte. “Si alguien piensa en el Reino Unido que al votar ‘No’ podría salir algo mejor, se equivoca”.
El único Plan B era preparar un posible escenario de falta de acuerdo en el que Reino Unido se iría el 29 de marzo en medio de un limbo legal, perturbando la economía europea, dijo un alto cargo de la UE.
En los contactos de May en la cumbre no se discutió sobre lo que podría suceder si el Parlamento rechaza el acuerdo, en una votación que previsiblemente tendrá lugar justo antes de la próxima cumbre de la UE del 13 al 14 de diciembre.
SIN CHAMPÁN
Entre elogios al equipo de negociadores de Michel Barnier por lograr un acuerdo después de 18 meses de extenuantes conversaciones, Juncker dijo que no era “el momento de sacar el champán”, ya que una de las grandes potencias de Europa se iba después del referéndum de 2016. Aún queda el trabajo más duro de forjar nuevas relaciones, añadió.
Los líderes de la UE tardaron apenas media hora en sellar el tratado de retirada de 585 páginas, cuyo objetivo es una salida ordenada en marzo, que será seguida de dos a tres años de un período de transición. Las líneas generales de una futura asociación comercial y de seguridad sólo ocupan 26 páginas. Los detractores de May dicen que deja a Reino Unido atado a unas normas de la UE en cuya elaboración no participará.
Su ministro de Asuntos Exteriores, Jeremy Hunt, dijo que el acuerdo del Brexit era una “escala” en el camino para que Reino Unido obtuviera todo lo que quería al dejar la UE, pero que la aritmética para lograr la aprobación del acuerdo era “difícil”.
El presidente del Consejo Europeo, Tusk, dijo que el bloque estaba decidido a mantener una asociación lo más estrecha posible con Reino Unido, que durante mucho tiempo ha sido escéptico sobre la integración en la UE: “Seguiremos siendo amigos hasta el final de los días. Y un día más”, dijo.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que el referéndum del Brexit demostraba que Europa necesitaba reformarse. Subrayó que París mantendría a Reino Unido bajo las estrictas reglas de la UE a cambio de facilitar el acceso al comercio. También presagió difíciles negociaciones al exigir acceso a los caladeros británicos después del Brexit.
La presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, habló de varios posibles escenarios si el Parlamento británico bloquea el paquete: que los británicos celebren un segundo referéndum, nuevas elecciones para reemplazar a May o volver a Bruselas para tratar de renegociar.
CUESTIÓN IRLANDESA
El Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte, que apoya al Gobierno minoritario de May, dijo que intentaría bloquear el acuerdo porque vincula a Londres con muchas reglas europeas y el DUP teme que pueda debilitar las relaciones de la provincia con Reino Unido, resultado de los esfuerzos para evitar riesgo de una “frontera dura” con Irlanda, miembro de la UE.
La discusión sobre cómo mantener abierta la problemática frontera de Irlanda del Norte con la UE obstaculizó gran parte de las conversaciones del Brexit y la líder del DUP, Arlene Foster, dijo que “revisaría” el acuerdo por el que da su apoyo al Gobierno conservador de May si el divorcio del Brexit es aprobado por el Parlamento.
El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, reiteró que su Partido Laborista, que dice que podría conseguir un acuerdo mejor, votará en contra.
La base naval británica de 300 años en Gibraltar, en la costa sur de España, también había amenazado con hacer descarrilar los planes del Brexit. Pero el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que estaba satisfecho con las garantías dadas sobre su participación en el futuro de “El Peñón”, diciendo que España abordaría el tema de la cosoberanía tras el Brexit.