Una carta envenenada

Miniaturas
Por: Rubén Pérez Anguiano*

  • La famosa carta difundida por el abogado del Mayo Zambada, Frank Pérez, arrojó luz sobre algunas zonas oscuras de la política nacional y sus efectos aún son imposibles de predecir. No es que la carta revele algo sorpresivo, pero es lamentable que se confirme una vieja sospecha: los profundos vínculos entre la delincuencia organizada y el poder político, sobre todo en algunas entidades.

  • Según las revelaciones, el Mayo fue capturado al asistir con engaños a una reunión donde, al parecer, se reuniría con el gobernador del Estado, Rubén Rocha Moya y el ex rector y diputado federal electo, Héctor Melesio Cuén Ojeda. El Mayo asistiría para “ayudar a resolver las diferencias” sobre quién debería dirigir a la Universidad Autónoma de Sinaloa.
  • Si las afirmaciones del Mayo resultaran ciertas, se trataría de la participación activa del líder de una fracción de la delincuencia organizada en la resolución de conflictos políticos, así como en la definición del destino de una de las principales instituciones de la entidad.
  • El Mayo afirma que en esa reunión fue maniatado y secuestrado por instrucciones de un hijo del famoso Chapo, Joaquín Guzmán López, quien fue el responsable de entregarlo a las autoridades norteamericanas. También dice que allí fue asesinado Cuén Ojeda, al contrario de la versión oficial sobre un asalto en una gasolinera (una versión poco creíble para quienes miran con sospecha estos temas).
  • Para añadir más hebras a la trama, el citado Cuén denunció hace unos días que le fue retirada la protección que disfrutaba de la Guardia Nacional, por lo que hizo responsable al gobernador Rubén Rocha de cualquier posible atentado contra su vida. Estos personajes, antiguos aliados, se volvieron adversarios políticos y, según parece, enemigos reales.
  • La cosa no termina allí. El Mayo dice que fue acompañado a la reunión por un comandante que operaba como parte de su equipo de seguridad, lo cual es un guiño a la sospecha, tan mexicana, de que algunos mandos policiales trabajan codo a codo con los grandes líderes del narcotráfico.
  • Por estos días también se difundió un fragmento de una entrevista realizada hace algún tiempo por el periodista Carlos Loret a Rubén Rocha, cuando andaba en campaña por la gubernatura. Allí, el entonces candidato abogó por una vinculación institucional con los narcotraficantes, convirtiendo los vínculos personales extraoficiales en una política transparente de Estado.
  • Por si no fuera suficiente, en estos días fue recuperado y difundido un duro texto de Héctor de Mauleón. Allí el periodista reseñó la participación abierta de los grupos de la delincuencia organizada en la elección de Sinaloa, precisamente en la que resultó electo Rubén Rocha Moya.
  • En fin, si alguna carta puede ser calificada de venenosa, con efectos impredecibles en la vida política y social de México, es la del Mayo. Ya no importa mucho si en tal carta se dice la verdad o si se trata de un recurso de negociación frente a las autoridades norteamericanas, pues los efectos se están sintiendo en el debate mexicano y las miradas, por el momento, se concentran en el gobernador morenista de Sinaloa.
  • Esa carta hace recordar aquellas misivas de una vieja película de 1951, The 13th Letter, dirigida por Otto Preminger. En la película, los habitantes de un pequeño pueblo canadiense reciben cartas donde se les amenaza con hacer públicas sus infidelidades y otras indiscreciones. Las misivas crean pánico y destruyen la armonía superficial que el pueblo disfrutaba. Al parecer, muchos pequeños y grandes secretos deben permanecer así para que las cosas funcionen.

 

*Rubén Pérez Anguiano, colimense de 56 años, fue secretario de Cultura, Desarrollo Social y General de Gobierno en cuatro administraciones estatales. Ganó certámenes nacionales de oratoria, artículo de fondo, ensayo y fue Mención Honorífica del Premio Nacional de la Juventud en 1987. Tiene publicaciones antológicas de literatura policiaca y letras colimenses, así como un libro de aforismos.