La Ciudad de México, antiguamente conocida como la “Ciudad de los Palacios”, se encuentra asentada en una de las principales zonas lacustres del México prehispánico.
Fue fundada en 1525 por conquistadores españoles, quienes, tras derrotar a los mexicas, construyeron una nueva ciudad sobre las ruinas de Tenochtitlán, sede del imperio azteca.
Esta localidad, hogar de una vasta riqueza histórica, cuenta con dos zonas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: el Centro Histórico y el Parque Ecológico de Xochimilco. El primero ofrece un viaje a través de distintos momentos de la historia, que conviven en el mismo espacio.
En el centro de la ciudad se erigen edificios de la época colonial como la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional; ruinas prehispánicas como el Templo Mayor y edificaciones contemporáneas como el Palacio de Bellas Artes o la Torre Latinoamericana, edificio que con su antena suma una altura de 204 metros.
Por su parte, el Parque Ecológico de Xochimilco es considerado por muchos la «Venecia mexicana», debido a sus canales que pueden ser recorridos a bordo de una trajinera. Este lugar permite conocer cómo se transportaban los habitantes de la ciudad en la época prehispánica, la forma en que sembraban en “chinampas” y el intercambio comercial que realizaban en aquellos tiempos.
Estado de México
El Estado de México, es un destino colmado de riquezas naturales y vestigios arquitectónicos que nos recuerdan a los primeros pobladores e importantes personajes históricos que ahí habitaron.
Teotihuacán, uno de los centros ceremoniales más antiguos e importantes de la América prehispánica en el que puedes encontrar la Pirámide del Sol, la segunda más grande de México, y la Pirámide de la Luna, desde ahí tendrás una panorámica inigualable de la región.
Con información de visitmexico.com