El objetivo es que en los próximos dos años esa población en precariedad, en los niveles medio superior y superior esté cubierta en su totalidad.
Asimismo, se les dotará, en un esquema de financiamiento compartido entre la institución y el estudiante, de tabletas o ipads para reducir las condiciones de desigualdad en el acceso a tecnologías.
Estas iniciativas están inmersas en el Plan de Desarrollo de la UNAM 2011-2015, aprobado en mayo pasado y que se compone de 16 programas generales de los que se derivan 219 proyectos y 637 compromisos que a finales de este año tendrán las fechas específicas a cumplirse en este cuatrienio.
Los datos señalan que más de la tercera parte de los alumnos de nuevo ingreso a la UNAM proceden de familias con ingresos menores a cuatro salarios mínimos. Además, un alto porcentaje de ellos es la primera generación que llega a estudios superiores. En cuanto a salud, más de 30% tiene problemas como obesidad, sobrepeso, consumo elevado de alcohol, drogas, violencia intrafamiliar, trastornos de la conducta y embarazos no deseados.
Héctor Hernández Bringas, titular de la Coordinación de Planeación, Presupuestación y Evaluación de la máxima casa de estudios, asegura en entrevista que la institución impulsa dichas iniciativas para que esta población fortalezca su desempeño escolar y mejore sus condiciones, para que los conflictos que enfrentan no sean motivo de deserción o rezago.
“El primer programa que establece el rector es el de impulsar o mejorar las condiciones en las que los estudiantes desarrollan su actividad, justamente para poder atender rezagos de carácter socioeconómico. Para ello se instaló el programa de tutorías, lo que significa que cuando llegue un estudiante a bachillerato o licenciatura pueda ser acogido por uno de sus profesores que se convierta en su tutor, que le dé seguimiento tanto en lo académico, como en sus condiciones socioeconómicas, detención de carencias y vulnerabilidades”, explicó el académico.
La Coordinación de Innovación y Desarrollo, a cargo de Sergio Alcocer, en tanto, realiza el análisis del impacto económico que pudiera tener el dotar a los estudiantes de tabletas o ipads, así como alternativas de financiamiento. El arranque de esta iniciativa se concretaría con mayor prioridad en bachillerato y luego con aquellos en condiciones precarias a nivel licenciatura.
El Plan de Desarrollo propone revisar y modificar el Reglamento General de Estudios Técnicos y Profesionales con varios fines, entre ellos que la UNAM otorgue a los alumnos, quienes por algún motivo abandonen su vida académica con la mitad de sus créditos, una acreditación, diploma de estudios o certificados técnicos.
“Lo que propone el Plan de Desarrollo es que, por ejemplo, a alguien que estudie Contaduría y abandone sus estudios a la mitad, le podamos dar, haciendo reformas al plan de estudios, un reconocimiento, certificado o constancia de datos como auxiliar de Contabilidad. En todas las carreras se podría concretar para no dejar a los jóvenes en la indefensión”, comentó Hernández Bringas.
Este esquema ya se aplica en la Facultad de Ciencias, donde se otorga a quienes estudian Informática y dejaron la escuela a la mitad de su carrera, una constancia de profesional técnico en manejo de base de datos.
Otra logro del rector José Narro es el compromiso de empresarios para emplear, con un sueldo y al menos por un año, a jóvenes de la UNAM.
Con información del Universal
