Treinta años después de celebrarse la primera jornada contra el sida, se debe decidir lo que se hará para frenar la diseminación del virus de la inmunodeficiencia humana, si se pondrá fin a la epidemia para 2030, o si las generaciones futuras seguirán sufriendo la carga de este padecimiento devastador, dijo el Secretario General de la ONU, António Guterres.
En su mensaje con motivo del Dia Mundial de la Lucha contra el Sida, António Guterres consideró que la respuesta a la propagación del VIH se encuentra en una encrucijada y conminó a multiplicar los esfuerzos para eliminar la epidemia.
Recordó que el VIH ha infectado a más de 77 millones de personas, que el número de muertes relacionadas con el sida supera los 35 millones y que, en la actualidad, uno de cada cuatro seropositivos ignora que son portadores del virus.
“Se han hecho grandes avances en materia de diagnosis y tratamiento, y los esfuerzos de prevención han evitado millones de nuevas infecciones. Sin embargo, el ritmo del progreso no está a la altura de la ambición global”.
El titular de la ONU señaló que el contagio del VIH no disminuye con la rapidez requerida, que algunas regiones del mundo se están quedando atrás y que los recursos financieros son insuficientes.
El estigma y la discriminación todavía impiden que grupos clave de población como los colectivos de hombres gay y los que tienen relaciones sexuales con otros hombres, los trabajadores sexuales, los transgénero, los adictos a las drogas, los prisioneros y los migrantes, así como las jóvenes y adolescentes, recurran a las herramientas de prevención.
Guterres afirmó que el mundo todavía está a tiempo de alcanzar el objetivo de eliminar la epidemia para 2030 si se aumenta el acceso de la gente a la prueba del VIH y a los tratamientos y si se incrementan los recursos para prevenir nuevas infecciones y acabar con el estigma.
“En esta coyuntura crítica debemos tomar el camino correcto”, concluyó el Secretario General.
Desde 1988, la comunidad internacional celebra cada 1º de diciembre una jornada dedicada a combatir la epidemia del sida por medio de la concienciación y la promoción de medidas para evitar el contagio del virus que provoca el padecimiento.
En esta ocasión, el Día Mundial de la Lucha contra el Sida destaca la necesidad de enterarse si se tiene el VIH para iniciar el tratamiento con antirretrovirales que permite a los seropositivos continuar una vida normal y proteger a sus parejas.
Liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de la ONU contra el Sida (ONUSIDA), la campaña de 2018 insta a las personas a hacerse la prueba del VIH como el primer paso para detener la propagación del virus, explicando que el examen también puede ayudar a las personas más propensas a contraer la infección a evitar el contagio.
Las agencias de la ONU estiman que hasta 2017 había casi 37 millones de personas infectadas con el virus del sida, de las cuales 21.7 millones recibían tratamiento. En el mismo año, 1.8 millones contrajeron el VIH y se registraron 940 mil decesos por enfermedades relacionadas con el sida.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), por su parte, proyecta que medio millón de personas económicamente activas morirán en 2020 por este tipo de padecimientos, la mayoría de ellas antes de los 40 años, en el mejor momento de su vida laboral.