Este miércoles se inauguraron las primeras Jornadas por el Día del Corrector de Estilo, en la Facultad de Letras y Comunicación (FALCOM) de la Universidad de Colima, en un evento organizado por alumnos de la carrera de Lingüística.
Así, los participantes aprendieron sobre el trabajo del corrector y la edición literaria, además de cuestiones específicas sobre los signos de puntuación, los principios de edición y la ortografía para la corrección.
Patricia Sánchez Sandoval, quien imparte la materia de Cuidado tipográfico, dio la bienvenida a las jornadas: “Este evento muestra el quehacer de los estudiantes que toman la materia que imparto, ya que no podemos visualizar un libro bien hecho sin la intervención de un corrector de estilo”.
Paulina Rivera, directora del plantel, inauguró las primeras Jornadas por el Día del Corrector de Estilo. En su intervención, señaló la importancia de cuidar el uso de la lengua: “Hoy en día la comunicación domina todos los escenarios y la tergiversación de nuestra lengua es latente en las redes sociales, lo cual asusta, por lo que no debemos olvidar que la forma en que escribimos es nuestra carta de presentación”.
Mencionó, además, que la labor del corrector debe ser minuciosa, “pues éste ha de tener un amplio conocimiento sobre sintaxis, gramática, uso de la ortografía y dominar la lengua, no que ésta lo domine”.
La directora felicitó a los alumnos por la iniciativa de organizar estas jornadas y los alentó a que sigan proponiendo ideas, “ya que para el plantel es importante escuchar las voces de quienes son nuestra razón de ser”.
Para iniciar las actividades, Alberto Llanes y Eréndira Cortés, ambos correctores en la Dirección de Publicaciones de la UdeC, y Miguel Uribe, de la Editorial Puertabierta, hablaron a los estudiantes sobre la labor de un corrector de estilo.
Alberto Llanes cuestionó el término “corrector de estilo”, ya que cada quien tiene su propio estilo: “lo que hace el corrector es mejorar el documento, que el libro sea agradable para el lector, que sea accesible, que éste lo pueda leer y lo comprenda”.
Al hablar del proceso que realiza un corrector, Llanes aseguró que es un trabajo interesante que implica muchas horas de dedicación e investigación, y que se debe contar con un amplio bagaje cultural y del lenguaje para corregir cualquier tipo de texto, por lo que “día con día se aprenden cosas nuevas”.
Por su parte, Eréndira Cortés enumeró algunas cualidades del corrector de estilo: “disfruta de la lectura, tiene interés en la ortografía, orden y el gusto por cultivarse”. De igual forma, compartió algunos consejos para que se desempeñen en esta área, como son la importancia de tener orden y disciplina.
“Un corrector –dijo– debe tener curiosidad por conocer y aprender, ser observador y analítico”.
Al tomar la palabra, Miguel Uribe comentó que “una persona se conoce por su escritura”. Les dijo que “si de verdad quieren ser correctores de estilo, deben esforzarse en hacer un uso adecuado del lenguaje, pues a partir de esto se forma un corrector”.
Explicó que “hay varias formas de leer y corregir un texto; una de ellas, la más utilizada, es leer en voz alta. Otra manera consiste en contar con un ‘atendedor’, esto es, alguien que te esté leyendo o a quien tú le estés leyendo el texto original”. Sin embargo, precisó que “ésta debe ser una lectura minuciosa, ya que se hace como un tipo de dictado en el que mencionas comas, puntos y acentuaciones”.
Para finalizar, Miguel Uribe dijo que, “en la medida en que se enganchen con la lectura, México cambiará, porque la lectura provee herramientas para que ver la vida con otras características. Un país que lee, es un país desarrollado”.