Colima.- “Esta vez chamuscó todo, la otra vez fue puro cenicero”, dice una mujer que decidió no abandonar la población de La Yerbabuena para ir al albergue ubicado en la Escuela Vasco de Quiroga de la cabecera municipal de Comala.
La actividad del Volcán de Colima que se hizo evidente desde el miércoles 28 de septiembre es diferente a la de otras ocasiones, lo más obvio son los alrededores de La Yerbabuena, colores ocres son los que caracterizan la vegetación del lugar, cuando en esta temporada de huracanes todo debería de ser verde por las precipitaciones pluviales.
El lamento por este daño es una constante entre los pobladores que permanecieron en esa zona, y por aquellos que acuden a ver sus labores o alimentar a su ganado; estos últimos tienen incertidumbre de qué pasará con su producción agrícola o sobre qué comerán sus reses si el pasto está quemado.
Refieren que fue el viernes 30 de septiembre cuando cayó “ácido”, una especie de brisa, como si hubieran rociado las plantas para fumigar, incluso Micaela Araceli trae del interior de su casa un garrafón con agua que dice “aparó” de lo que estaba cayendo de las tejas la tarde de ese día, les llamó la atención el olor, dicen que les picaba la piel.
El sabor es realmente ácido, como el del limón, aunado a ciertos minerales que no es posible discernir.
“Fue lo del volcán, ya mas tarde, como a las 2 de la mañana comenzaron los truenos de agua normal, y dejó de caer ese ácido. De primero como empezó a llover muy poquito caían las gotitas y las probábamos y parecía como si le hubieran echado limón, ya después empezamos a ver todos, porque cuando te caía te picaba, nos pusimos camisas de manga larga, y tapabocas”.
Durante la visita que realizó a la zona de La Becerrera, poblado que se localiza antes de llegar a La Yerbabuena, el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, fue informado de esta situación, también se le comunicó que la Secretaría de Salud, ya realizaba el análisis correspondiente del agua.
Tanto el funcionario federal como el Gobernador del Estado de Colima, José Ignacio Peralta Sánchez, se comprometieron a investigar al respecto, para determinar cuál era la afectación que podría tener el agua y si podía ser consumida por las personas o el ganado, así como el daño en los campos aledaños al Volcán.
Entrevistado por AFmedios, el titular de la Secretaría de Salud, Carlos Salazar Silva, mencionó que lo que ha expulsado el Volcán de Colima, principalmente las cenizas, es lo que está afectando los pastos, las plantas pero no se sabe si es por el componente o por la temperatura.
“Hace dos noches (28 de septiembre) hubo una lluvia muy intensa en la zona del volcán, recordar que inmediatamente comenzó con las exhalaciones de vapor de agua con ceniza y todas las sustancias químicas que ahí vienen, entonces es real, es una lluvia ácida, hay que determinar el grado de acidez que tiene esa agua que se expuso en forma de vapor”.
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