El Petro, el intento del gobierno venezolano por mejorar su economía a través de una criptomoneda, ha sido lanzado esta madrugada.
«Damos inicio formal, de manera exitosa, a la implementación de nuestro criptoactivo, el Petro, y su proceso de preventa», anunció el vicepresidente Tareck El Aissami durante las primeras horas del martes 20 de febrero.
La nueva moneda digital venezolana estará respaldada por las reservas del país en oro, petróleo, gas y diamante. Y de acuerdo a El Aissami fue lanzada «respetando los mejores estándares de la comunicad de criptomonedas en el mundo, para generar confianza y seguridad en el mercado nacional e internacional».
Para poder lanzar la nueva moneda digital, el gobierno venezolano creó un un token en el blockchain de Ethereum el cual fue puesto a la venta. Los tokens no son criptomonedas, como el Petro, son activos digitales creados de la nada y su valor es solo lo que las personas estén dispuestas a pagar por ellos.
La mayoría de las ventas de tokens en Ethereum se utilizan para recaudar dinero con el fin de financiar el desarrollo, pero la verdadera recaudación de fondos para Venezuela es la oferta pública por el Petro en sí mismo. En cambio, la preventa de fichas «promoverá y garantizará la demanda de la oferta inicial de Petro, que se realizará más adelante».
La idea parece ser que la gente tomará tokens para canjearlos por Petros más tarde, cuando esos salgan a la venta. El «precio de venta de referencia» para los tokens será el mismo que el de Petro (60 USD) pero se aplicarán un descuentos del 60% para promover la adquisición. Básicamente, garantiza la demanda de Petro mediante la fabricación de un incentivo financiero.
Escepticismo y críticas
Como era de esperarse, el Petro, cuyo precio se vinculará con el valor del barril de petróleo venezolano (unos 60 dólares), ha sido recibido con críticas. Por un lado, la oposición la considera como un intento ilegal del presidente Nicolás Maduro para obtener un pago por adelantado por la eventual venta de sus reservas de petróleo.
Por otro lado, la comunidad de entusiastas de las criptomonedas, también han argumentado que la idea de un gobierno centralizado creando una moneda descentralizada “vence por completo el propósito de la tecnología”.
Además, la misma economía venezolana y su corrupta e ineficiente élite gobernante erosionan las probabilidades de éxito de la moneda. Ya en el pasado Venezuela ha vivido una época dorada financiada a costas del abundante petróleo que posee la nación caribeña. Nada hace creer que las cosas cambiarán esta vez.
Este no es el primer intento de un gobierno en involucrarse activamente en las criptomonedas. La semana pasada el gobierno ruso decidió presentar un proyecto de ley para regular las criptomonedas.
Victor Román
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.