Colima.- Raúl Arámbula Mendoza, Director del Centro Universitario de Estudios e Investigaciones Vulcanológicas de la Universidad de Colima señaló que el Volcán se encuentra en niveles muy bajos de actividad, únicamente hay algunos eventos de baja y alta frecuencia y pequeñas fumarolas, actividad que se considera normal porque el coloso se encuentra en una etapa de reposo, de baja actividad, sin embargo el monitoreo es constante.
«Son muy poquitos (eventos de alta y baja frecuencia) al día tendremos dos o tres, y eso no se ve reflejado en la actividad externa del volcán, no hay crecimiento de domo, no hay explosiones, solo tenemos actividad fumarólica, que a veces la vemos más intensa sobre la parte interna del cráter hacia el lado este».
Estableció que los volcanes también tienen etapas de tranquilidad, pero lo importante es que el monitoreo sea continuo como se hace.
«No debemos bajar la guardia, precisamente en este momento el Popocatépetl ahora está en un proceso eruptivo arriba de lo normal, por eso se incrementó el semáforo a amarillo fase 3, pero nuestro volcán está en tranquilidad».
Recordó que Colima ya también maneja un semáforo para el alertamiento hacia la población y actualmente se encuentra en verde y el perímetro de exclusión en la entidad es de 5 kilómetros con respecto del cráter.
La última explosión importante del Volcán de Colima fue el 3 de febrero de 2017, desde esta fecha la actividad fue bajando, se registraron algunas explosiones en marzo y en agosto también hubo; estas últimas se cree que fueron freáticas, es decir por la filtración del agua de lluvia que tuvo interacción con el material caliente.
«Prácticamente desde agosto del 2017 el Volcán se vino a la baja, sin embargo el monitoreo es permanente».
El investigador señaló que se han incrementado las estaciones de monitoreo, actualmente se cuenta con 11 estaciones sísmicas, 4 sensores de infrasonido para medir la energía acústica de las explosiones, 6 cámaras de video y la incorporación de una cámara térmica.
La cámara térmica que fue instalada hace una semana está a cargo de la doctora Dulce Vargas Bracamontes, catedrática del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) adscrita al CUEIV.
«Decirle a la población que debe hacer caso a las autoridades oficiales, me tocó ver una nota en otro medio sobre que se esperaba un gran sismo en esta región, esto es totalmente falso, no hay forma de predecir los sismos, sabemos que vivimos en una zona sísmica y que puede haber sismos, pero nadie puede decir de qué magnitud, cuándo, ni su epicentro».
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